El Fauno, Ofelia, la magia y la realidad

"Mi princesa, pasaste la prueba más difícil: preferiste tu vida antes que derramar sangre inocente" –le dice el Fauno a Ofelia haciendo una reverencia delante de toda la corte real.

Hace tantito que llegó, luego de sacrificar su sangre (y su vida) antes que la de su hermano recién nacido en el mundo de los humanos para completar las pruebas que el fauno le exigía como requisitos para descubrirle su mundo.

Ofelia allá en el centro del laberinto moribunda y sangrando en brazos de Martha que le tararea una dulce canción por que su cruel futuro padrastro le disparó al querer huir con su hermanito, al tiempo que la sangre cae al fondo de una profunda abertura sobre unas figuras de piedra como si éstas reclamasen aquel sacrificio en pago por la estabilidad de ese reino mágico y el de los humanos, así como pago por que la princesa recupere su dignidad en aquél mundo donde la niña Ofe se siente identificada.


Ahora está entrando a esa nueva vida, allá donde ella es dueña de su destino y de su felicidad, felicidad que al parecer no encontró en este mundo de pruebas y sufrimientos.

Por el lado terrenal, los hechos favorecieron a los rezagados republicanos ocultos en las montañas quienes acabaron con la misión de Vidal, capitán del ejército franquista, el cual quería eliminarlos por completo e instaurar la dictadura franquista en la zona. Así, perdido el capitán Vidal, entregó en manos de Martha (criada suya que ayudaba a su hermano de la fila de los republicanos) a su bebe antes de morir perforado por una bala en su rostro.

Fantasía y realidad se abrazan para dar rienda suelta a una maravillosa historia donde la magia que rodea a Ofelia nos transporta a un universo único, lleno de aventuras y cargado de emoción.

Tremenda película que me emocionó, no en vano fue galardonada con 03 Óscares este año 2007.