Con frecuencia se tiene una visión parcial del apoyo al desarrollo del hombre, reducida a atender solamente sus necesidades materiales y sociales, sin colmar las profundas necesidades de su corazón: hambre de conocimiento, búsqueda del sentido de la vida y de la verdad, la sed de justicia, la contemplación de la belleza y el ideal de perfección que todo hombre busca.
Así, se ha llegado a pensar que, ante los graves problemas problemas del mundo, primero se debe mejorar la tierra para luego pensar en el cielo, desintegrando estas dos realidades que de por sí deben ir unidas simultáneamente para un adecuado e íntegro desarrollo humano. Estas dos dimensiones están en un plano horizontal y vertical.
- Dimensión horizontal: hacia los demás y hacia la colectividad.
- Dimensión vertical: hacia los valores ideales absolutos, hacia Dios.
Conclusión basada en ensayo “Subdesarrollo” de boletín LA CAPELLANÍA INFORMA, Nº 256.
http://www.capellanía.udep.edu.pe
jueves, 18 de enero de 2007
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