domingo, 11 de marzo de 2007

A una amiga personal y compañera de trabajo



Hace muy poco tuve noticias de la vieja y gran amiga A, quien partió a tierras sureñas hace casi un mes decepcionada de la hipocresía de los programas de desarrollo en esta parte del norte del país.

Actualmente radica en el ombligo del mundo, adecuando su vida al trabajo turístico y de conservación.

El sábado recibí un e mail en que me pedía un favor: hacer dos ilustraciones para un libro de colorear. Se trata de retratar las “cochas”, palabra quechua que hace referencia a los lagos o lagunas de río donde habitan varias especies, una de las cuales son los lobos de río y nutrias que se encuentran en extinción.

Por breves momentos recordé tiempos pasados cuando trabajamos juntos y sentí nostalgia. Aquellos tiempos de anochecidas y amanecidas por trabajo con ratos de relajo en la ofi, escuchando música más allá de las dos o tres de la mañana con lo cual rompíamos el silencio reinante y espantábamos los espíritus chocarreros de marylunna, comiendo hamburguesas y bebiendo pepsi o el agua del bidón que no duraba más de una semana.

Momentos de confidencias, secretos, consejos, rajes o simplemente silencios que permitían compartir el sufrimiento ajeno.

Nadie he conocido más auténtica que tú. Eres de las personas que se muestran verdaderamente como son y caen bien en todo lugar, tienen empatía y tino para cada cosa, gente simplemente “humana”, sencilla e inteligente, con sentido común y con instinto para las cosas –como ella misma acostumbraba a decir-. Criaturas del día y más de la noche, noctámbulas por el trabajo o la chacota.

A ti querida amiga mis mejores deseos. Espero que las cosas te vayan bien y llegues hasta donde quieras llegar, hasta donde las fuerzas te lo permitan y sobre todo, que ese espíritu justiciero, luchador no desmaye. Un abrazo en la distancia. Saludos A.

1 comentario:

Mamá de 2 dijo...

Mi querido amigo,
Es muy lindo lo que has escrito, me ha conmovido mucho, casi he llorado en la oficina, pero como aún no tengo mucha confianza, no pude darme el lujo de hacerlo a moco tendido...
La primera idea fue: este niño me está sobrevalorando. Pero luego me di cuenta que yo haría lo mismo contigo. No sobrevalorarte, por supuesto, sino darte el lugar que mereces dentro de mi corazón, porque eres, de verdad, un amigo de los mejores.
Yo tendría que darte todas las gracias del mundo por acompañarme con tu silencio y escucharme en mis ataques de nervios, por soportar mis preguntas sin respuesta acerca de algún ex-novio ingrato, por las hamburguesas, las salchipapas y los cigarritos.
Nunca olvidaré, por ejemplo, que cuando he cometido errores graves, has estado junto a mí, para decirme que hice mal, pero sin negarme tu cariño y tu abrazo.
Te quiero mucho, "Erickciento". Espero que te esté yendo bien en Piura. He leído otros post que has escrito aquí, muy profesionales. Estoy segura que encontrarás el camino que buscas. Más bien, empieza a mirar becas de especialización y esas cosas.
Un fuerte abrazo, desde el ombligo del mundo. Ya te iré contando cómo van las cosas.
Con cariño,